La plaza Gal·la Placídia se plantea como un cambio en la sección tipo de la Vía Augusta: un gran espacio donde las topografías artificiales absorben los diferentes niveles y cotas, zonificando este lugar en diversas áreas de escala humana.

La plaza es la nueva puerta al barrio de Gracia: punto de contacto entre dos escalas, dos maneras diferentes de hacer ciudad y, por lo tanto, lugar de bisagra entre dos barrios. El espacio se trata como una gran zona verde donde, en el interior, pequeñas placitas recuerdan los espacios de relación a escala humana que existen en Gracia, y permiten la permeabilidad de la circulación peatonal de las calles transversales hacia la Vía Augusta. Unos espacios para los vecinos, donde poder jugar con los niños y de relación.

La vegetación se resuelve mediante plantas aromáticas, con la finalidad de crear diferentes espacios sensitivos. Los colores de las flores, acompañados de la diversidad de olores, darán carácter e individualidad a cada uno de los espacios creados.

La barrera de árboles existente en la Vía Augusta se completa actuando de límite con el espacio de circulación rodada, dando más intimidad a las estancias de la nueva plaza. Los bancos disfrutan de espacios en sombra y sirven de límite y muro de contención de las zonas ajardinadas, formando el perímetro de estas pequeñas plazas dentro de la gran jardinera planteada. La propuesta conserva y preserva todos los árboles existentes e incorpora nuevos, reforzando la idea de crear un gran espacio verde dentro de la ciudad.