Master plan

El proyecto parte de un master plan en el ámbito del parque de la Ciutadella de Barcelona, la estrategia se basa en un cosido transversal que conecta ambos lados del parque a raíz de eliminar los muros que lo delimitan, permitiendo que se abra a Barcelona y se desdibuje el límite entre la ciudad y el parque.

Estas transversales potencian dos ejes en sentido mar-montaña, como el Passeig Sant Joan y el nuevo eje Wellington donde se colocan diferentes equipamientos ligados con la actividad del lugar, proponiendo el nuevo parque como un paisaje equipado.

Proyecto

El proyecto se emplaza en el límite del parque alineándose a la calle Wellington y a la continuidad del Paseo.

Picasso propuesto en el master plan. El proyecto busca sus puntos de referencia, una lectura propia para entender el lugar. Una interpretación específica. Basándose en arquetipos arquitectónicos, la estrategia del conjunto para situarse en el lugar consiste en fijar cuatro puntos cardinales: el Parc, la Muralla, el Jardín y el Patio. Estos sencillos elementos de concreción de la propuesta inducen a reconocer las lógicas de un paisaje equipado.

El proyecto por tanto crea una espacio perimetral generando un gran patio en su interior. Este patio central está partido por la muralla de la antigua Ciutadella, provocando una falla en este espacio. El patio se abre por su izquierda, permitiendo el contacto visual con el Parc de la Ciutadella, y la continuidad de éste hacia el interior.

En planta baja se libera la esquina superior derecha generando una apertura hacia el patio interior. En este punto, un patio atraviesa el edificio, por lo que se suceden una serie de patios encadenados que relacionan la actividad de la fundación con el espacio de “lo común”.

El proyecto busca la relación entre la gente, a través de un espacio colectivo, para el ciudadano, abierto y accesible para cualquier persona. Es un lugar de encuentro, a la vez que un lugar de transición.

En planta baja se disponen tres piezas donde se ubican los usos más públicos de la Fundación Pascual Maragall, como un centro de día con talleres, seminarios, un auditorio y un bar-terraza hacia el jardín histórico de la muralla. Es un gran espacio abierto que da continuidad del parque hacia el interior, donde únicamente se disponen una serie de núcleos para albergar los espacios más privados. También encontramos una zona de restauración y por último un centro de diagnósticos. En estas tres piezas encontramos los accesos al centro de investigación y formación de la fundación contra el Alzheimer, un restaurante mirador hacia el parque y la residencia de jóvenes investigadores.

El centro de investigación y formación se basa en la idea del espacio de trabajo abierto. Es un centro para investigar, aprender y compartir el conocimiento, se fomenta el trabajo en equipo y se suceden los espacios de relación tanto en planta como en sección. En el perímetro se ubican las aulas y laboratorios, dejando el espacio central con cuatro patios como espacio de trabajo abierto y flexible. Los patios tienen diferentes ambientes, provocando diferentes sensaciones dentro de un gran espacio. Los patios ayudan climáticamente al edificio, favoreciendo la iluminación natural de todos los espacios y una ventilación y naturalización del centro.

Las fachadas se resuelven a partir de módulos con dos materiales. En planta baja se utiliza el hormigón encofrado con tablas de madera, y se relaciona con la parte tectónica del parque como es la muralla. En las plantas superiores se utiliza la madera, un material orgánico trabajado de forma modular y que se relaciona con la naturaleza del parque. Se crean tres módulos de fachada donde la variación de la una unidad mínima, genera tres fachadas con un mismo lenguaje, pero que responden a las necesidades del interior y la relación con el exterior.