El Museo de Arte de Lima MALI proyecta expandir la muestra de arte contemporáneo de manera subterránea en su costado norte, para lo cual convocó a un concurso internacional en 2016. El museo funciona en el “Palacio de la Exposición”, un edificio decimonónico de estilo francés que se inserta en el parque que lleva el mismo nombre.

La propuesta se plantea a partir de un espacio público y abierto que se sumerge bajo la cota para destacar el Palacio. Dicho espacio, además, incorpora el acceso a una futura estación de metro cuyos flujos comparten la explanada de exposiciones, que es sombreada por una sucesión de vigas de hormigón armado de 19 metros de largo y 1,5 metros de altura, que sobresalen como único elemento sobre el nivel de suelo. Las escaleras que conectan el nivel de la explanada con la superficie del parque adquieren dimensiones monumentales para permitir su uso casual como anfiteatro o simplemente como plaza inclinada, desde donde es posible ver la fachada del edificio existente. Un espejo de agua acompaña en la superficie la longitud total de la fachada histórica.

La intervención propone además el reordenamiento del parque, manteniendo algunas edificaciones de valor patrimonial, mejorando los recorridos y reordenando una laguna existente y el material vegetal.

El programa se distribuye ocupando tres niveles subterráneos donde el nivel –1 ocupa las zonas más públicas, tales como el acceso, la cafetería, la tienda, el área educativa (aulas menores), las salas de lectura de la biblioteca, la zona de espera y los servicios sanitarios. El nivel –2, por su parte, alberga las aulas mayores y el área de almacenaje de la biblioteca, mientras el nivel –3 da cabida a la galería de exhibiciones, el depósito y su programa asociado, un área técnica y la llegada del montacargas.

Una escalera conecta directamente el área de acceso con la sala principal, la cual a su vez puede subdividirse en tres partes mediante muros levadizos ubicados en los cambios de nivel del cielo.