“El título Empooling quiere reproducir lo que ocurre en una playa arenosa con rocas que emergen cuando al bajar la marea se forman charcos en algunos sitios en los que se agrupan las piedras. De igual forma los conjuntos de edificios traen consigo un empooling del espacio intermedio y lo que queda dentro de este espacio intermedio puede ser extraordinariamente rico. Tras este paralelismo subyace la idea de que el centro de tensión ha cambiado desde el edificio hacia el paisaje, hacia la acción en la configuración espacial del territorio”- Peter Smithson

En un panorama en el que el interés se centra cada vez más en la producción de objetos autorreferenciales el proyecto plantea desplazar el centro de tensión hacia el espacio intermedio, el Espacio Público. Se propone un edificio que renuncia a parte de su edificabilidad para aislarse de las construcciones vecinas con el fin de alcanzar las condiciones de singularidad, funcionalidad y representación que la institución requiere. La pequeña plaza liberada generará un episodio singular en la configuración de la Avenida de Punta Umbría, lugar de encuentro y compás de espera.

El programa se resuelve con una única pieza de 54 x 15 metros, tres plantas de altura y sección constante. La planta sótano está destinada a garajes, instalaciones y archivos. La planta baja consta de vestíbulo, recepción, administración y sala de conferencias, que podrá funcionar de manera autónoma desde la plaza. Las plantas primera y segunda son módulos de oficinas que admiten su división y agrupación, facilitando la posterior adaptación a las cambiantes necesidades de la Administración. Se ha prestado especial atención a la organización y cualificación de las circulaciones, resolviéndose mediante “galerías-mirador” como mecanismo de puesta en relación de los usuarios con el paisaje.

La fachada consigue resolver los problemas de aislamiento acústico y visual de las oficinas mediante una celosía estructural. El edificio es transparente. La actividad interior sigue a la paz del ambiente arbolado exterior. Se introduce así un nuevo elemento en el paisaje de la ciudad, de gran escala y sin rupturas, que dialoga con la memoria de lugares y arquitecturas próximas.