O Xardin Das Ideas
0750-MID-ES-2011
Architect: MID estudio
Status: Competition (2011)
Visualizer: Studio
Scale: Small
Types: Intervention, Landscape

El Hortus Conclusus – Hortus contemplations – Imago Mundi

La propuesta reinterpreta el modelo medieval del Hortus Conclusus y en concreto el Hortus Contemplationis (claustro de los monasterios) para adaptarlo al carácter cultural del Museo.

El claustro es según la tradición medieval, un vacío dentro de la compacta masa edificada del monasterio y el espacio arquitectónico que pone orden en la naturaleza: los límites del claustro son las fachadas de la galería o deambulatorio y la bóveda celeste. El espacio finito del claustro representa la rendición del espacio infinito de la naturaleza; el plano horizontal es la tierra, en el que se fijan sus coordenadas mediante el sistema cruciforme de los caminos, lo que permite su medida y está vinculado al cielo mediante el eje del mundo. El plano horizontal y el eje vertical forman el modelo para el espacio existencial. Lo vertical representa el aspecto sagrado de la arquitectura y el horizontal lo profano. El claustro es por lo tanto un Imago Mundi: una imagen sintetizada del mundo y el universo.

La plantación

El uso predominante de gramíneas y herbáceas perennes (vivaces) pretende conseguir un jardín básicamente herbáceo, que aportará ligereza y liviandad así como un tratamiento etéreo de la vegetación. Este tipo de vegetación hace percibir más claramente si cabe el paso de las estaciones, ya que gran parte de ellas marchitan en invierno para renacer en primavera. Por lo tanto, el claustro tendrá un carácter cambiante a lo largo del año.

El segundo aspecto que trabaja la plantación planteada es la creación de un ambiente neutro, para así potenciar y centrar la atención en el uso expositivo del claustro en el museo. Dicha neutralidad y sosiego las transmitirán el colorido tanto de las floraciones como el follaje de las plantaciones que tienden a los tonos blancos y glaucos.

La plantación, además de gramíneas y herbáceas perennes (vivaces), incluye rosas (rosa alba rugosa y rosa chinensis viridiflora) y hortensias (hydrangea arborensces Annabelle). Las rosas simbolizaban en la Edad Media el amor de Dios y aún hoy la rosa blanca (rosa rugosa alba) es considerada en el lenguaje floral la flor de la luna o de la luz, simbolizado la pureza, la virginidad, el encanto y la discreción. En contraste casi conceptual con ésta se dispone la peculiar, extraña incluso, rosa verde (rosa chinensis viridiflora). En cuanto a la hortensia, es un género de uso ornamental común en Galicia (no esta especie, sino la hydrangea macrophylla). La especie concreta elegida (hydrangea arborensces Annabelle) de floración blanco verdosa, completa el grupo de arbustivas caducifolias que aparecen en el claustro.

El agua

Tradicionalmente el agua simboliza en el claustro la creación y el origen de la vida. En la actualidad el agua aparece en el claustro a través del pozo, que la propuesta mantiene.
Además se propone una fuente que recupera el papel de lo que originariamente, según los estudios existentes, habría sido el lavatorium, en el ángulo noroeste frente a la puerta de acceso a la sala De Profundis.

La nueva fuente, ejecutada en bloque de piedra maciza de la zona, hace alusión al antiguo lavatorium y mediante el caño, del que continuamente brotará agua, pretende que la presencia del agua sea tangible, tanto por su presencia física como por el constante murmullo de la misma, pasando a ser un elemento sensorial más del claustro.

El pabellón central

Se plantea la instalación de un pabellón central. Este elemento hace referencia al hecho de que existe constancia de que, hasta época bastante reciente, debió existir en el claustro un elemento central destinado a usos teatrales:

“[…]Podría tratarse de un pabellón levantado para las representaciones teatrales que se realizaban en el convento. Esta explicación parece razonable pero nos llama la atención que en el plano de Pedro Mendoza y Saturnino Cadorniga que data aproximadamente de 1760 aparece un pabellón que ocupa buena parte del claustro[…]”

“[…]Durante el tiempo en el que el edificio estuvo en manos del Consistorio el claustro fue utilizado en repetidas ocasiones para representaciones teatrales porque la ciudad no contaba con ningún otro taro que pudiese utilizar[…]” ( Traducción propia del texto “ O convento de San Francisco de Lugo na Época Moderna” de Ana Goy Diz, incluido en la publicación “O claustro franciscano do Museo Provincial de Lugo” en las páginas 123 y 142).

Asimismo, parece que el origen de este tipo de estructura, que aparece en diversos claustros medievales y de épocas posteriores, puede hallarse en los pabellones de recreo que se levantaban en los jardines de los palacios hispano-musulmanes, tradición que fue asumida por los cristianos conquistadores.

Se trata, en este caso, de un elemento de mobiliario que puede ser desmontado sin implicar impacto sobre el claustro. Se realiza en estructura metálica con un cierre en chapa de acero inoxidable pulida al exterior. Sobre este cerramiento se reflejan las fachadas del claustro y el propio jardín de modo que el elemento se desmaterializa, intentando desaparecer. Por contraste el interior se reviste en chapa de acero lacada en color blanco mate. Se crea un espacio recogido que puede servir de soporte para la exposición de elementos del propio museo, con carácter temporal.

La sobriedad arquitectónica propia de las edificaciones franciscanas y mendicantes se traduce en el intento de que el pabellón central planteado “desaparezca” mediante el uso del reflejo como estrategia arquitectónica. ( ver “Da negación da arquitectura a unha nova topografía do mosteiro de carácter monumental: o convento dos franciscanos e unha revisión das supostas características dos edificios dos mendicantes” de Isidro G. Bango Torviso, incluido en la publicación “O claustro franciscano do Museo Provincial de Lugo” en las páginas 13-43).

Post date: 17/01/2013 | Views: 2.291