Pequeña “torre” de baja más nueve plantas resuelta en cinco viviendas por planta en sus tres primeras alturas y cuatro viviendas en las restantes. En planta baja se proyecta una vivienda y el programa de espacios comunales y de servicio solicitado por la propiedad.

El planeamiento obliga a definir una torre de base rectangular y/o cuadrada. Teniendo en cuenta la altura permitida y la edificabilidad se obtiene un edificio de 22 metros de lado y aproximadamente 30 metros de altura. Esta proporción no es atractiva para una “torre”.

Todos nuestros desvelos compositivos en cuanto a su expresión exterior se han dirigido a resolver este inconveniente. El tratamiento dado a las terrazas y sus celosías, además de permitir graduar la privacidad y ser mecanismo pasivo de control térmico de las estancias y viviendas a las que sirven, es recurso eficaz para resolver la composición de los planos principales de fachada desde la abstracción.

El programa y tipo de vivienda requerido por la propiedad (vivienda convencional dirigida a un mercado también convencional) implica oficio y eficacia en la organización de espacios y de las soluciones constructivas. La propuesta tiende a la sistematización, la métrica ajustada y economía de medios.