La primera visión obtenida es la de una población que contiene todas sus figuras y acciones urbanas en su eje principal.

En este eje creado por Fernandez del Amo, detectamos ciertos ritmos y palpitaciones. Ahí centramos nuestra atención, en la oportunidad de consolidar ese eje, «The Strip», a través de la consolidación de las partes traseras de las viviendas existentes (sus garajes y establos). Estas han crecido durante los años y donde anteriormente había una vivienda , ahora encontramos dos, reconociendo sus huellas «Vestigium».

De Vegaviana conocemos las fotografías de Kindel expuestas en Moscú y Brasil, en ellas se muestra la intensidad del alcornocal en relación con las viviendas del arquitecto.

En lugar de trabajar con la cara más conocida decidimos trabajar con la desconocida, esa que nunca fue fotografiada consolidando ese carácter urbano que Vegaviana fue adquiriendo a través de los años y consolidándolo.

Al centrarnos en este eje decidimos igualmente trabajar sobre la cooperativa actual , extrayendo todo lo sobrante y desmontable, siguiendo las huellas y repitiendo la sección existente con un nuevo lenguaje. Esta pieza dota de un final a la actuación y como en las pinturas románticas de Chejov mantemos el aroma y la esencia del lugar.

El proyecto no pone en crisis el valor de las construcciones de Vegaviana, las toma , asume y mejora, a través de la comprensión de sus huellas y los valores de las mismas. Se trabaja sobre conceptos biológicos tales como la simbiosis y el mutualismo, donde ambos miembros, estructura original y ¨parásito¨ coexisten y se benefician de esta nueva situación.

Esta simbiosis resolverá la dualidad entre frente – espalda, conocido – desconocido , patrimonio – nueva intervención a través de las huellas, secciones, dimensión material y escala.