Banco del Tiempo
0302-JMU-MAD.ES-2011
Architect: Juan Montoliu
Status: Academic
Visualizer: Studio
Scale: Large
Types: Cultural, Mixed use

Lugar

En el centro histórico de Madrid, en las inmediaciones de la madrileña glorieta de Alonso Martínez y la Plaza de Santa Bárbara existe un antiguo edificio abandonado que desde hace siglos ocupa una manzana completa entre las calles de Mejía Lequerica y Serrano Anguita.

La situación del solar es clave en un lugar que, conservando el carácter castizo del Madrid de los siglos XVI y XVII, en los últimos años está viviendo transformaciones sucesivas para adaptarse a los nuevos tiempos como son la remodelación de la Plaza de Santa Bárbara o el nuevo mercado de Barceló, todas ellas, obras de los arquitectos Nieto y Sobejano.

Idea

Como consecuencia de la brutal crisis que atravesamos, las personas en paro ofrecen su trabajo a través de la red a cambio de otras prestaciones, otras habilidades, estableciéndose así un mercado de tiempos, en el que la unidad de intercambio es la HORA, que de algún modo les permite sobrevivir a la difícil situación en la que estamos inmersos.

Aparece así el Banco del Tiempo, un lugar donde este intercambio de servicios, con toda la variedad de ofertas que genera y toda la necesidad de espacios diversos que solicita, pudiese materializarse sin necesidad de intervención económica.

El programa depende en todo momento de la demanda y capacitación ciudadana y es tan flexible que requiere un edificio de carácter polivalente en el que la manipulación del espacio desde el diseño permita la adaptación a las diferentes actividades que se puedan dar.

La Arquitectura…

Partiendo del principio de la integración en el lugar comencé a entender conceptualmente el entorno como una densa masa urbana formada por sólidos perforados gobernada por angostas y tortuosas calles en la que la proporción entre llenos y vacíos aparece notablemente descompensada. Me di cuenta pues, que la única regla que podía gobernar aquel desordenado entramado, resultado de azarosos agrupamientos a lo largo de los tiempos era la ley del lleno y del vacío. (“La masa existe gracias al vacío y el vacío existe gracias a la masa”. Eduardo Chillida).

A partir de este momento esta ley se convirtió en el motor generador del proyecto y la pieza arquitectónica surge de la misma forma que un escultor esculpe su obra.

Sin embargo el edifico presenta una relación-conexión entre todos los vacíos que configuran la morfología de la pieza aportando esa componente horizontal ausente en las perforaciones verticales a modo de patios en las construcciones circundantes para iluminar, ventilar y crear esos jardines y espacios exteriores que tanto echa de menos el ciudadano madrileño.

Por último, para rematar la pieza desde el punto de vista de la integración aparece la envolvente cerámica, que otorga al edificio la esencia del lugar y le confiere una imagen rotunda y homogénea además de contribuir a enriquecer la variedad espacial del edificio.

Urbanísticamente, el edificio se retranquea hacia las calles traseras alineándose al trazado establecido en ambas direcciones y liberando espacio urbano frente a él para crear una plaza que conecta el bulevar de Santa Bárbara con los nuevos edificios de Barceló. La parcela que tomamos en un principio como referencia desaparece como tal y se convierte en un espacio urbano más de la secuencia Alonso Martínez-Tribunal que por lo tanto debe conservar el carácter del resto de espacios que configuran dicho recorrido.

El edificio surge del interior de la plaza y va creciendo en altura como un árbol para abrazar y proteger al transeúnte que siguiendo la directriz del recorrido urbano cruzará en diagonal el espacio de la plaza.

Post date: 05/01/2012 | Views: 5.429