El proyecto pretende revisar la tipología de biblioteca para adaptarla a los nuevos formatos de acumulación de información. Se parte del concepto computacional de cluster. Un cluster es un grupo de múltiples ordenadores unidos mediante una red de alta velocidad, de tal forma que el conjunto es visto como un único ordenador, más potente que cada uno de sus componentes. Dada la enorme cantidad de datos a almacenar, se busca un sistema de almacenaje análogo al utilizado por los discos duros: el documento se deposita en el vacío más cercano disponible, de forma que se optimicen los recorridos. La gestión, por lo tanto, no depende de un orden alfabético, numérico o por cualquier otro tipo de zonificación, sino que se produce por un puro cálculo de eficiencia energética.

Arquitectónicamente, el cluster se formaliza como un conjunto de sólidos de información de 5 metros de ancho y de longitud y altura variables, que se van agrupando formando una estructura anisótropa que va dejando unas grietas o etxekartes de 2.5 metros de anchura entre ellos. A través de un escalonamiento, estos sólidos adquieren proporciones verticales, marcando en el tejido histórico medieval de Pamplona un hito vertical, que marca la entrada en la nueva era de la información. Entre estos “sólidos” se excavan unos grandes vacíos que corresponden a necesidades programáticas tales como el auditorio, los vacíos de proyección, las grandes salas de lectura o la escalera principal de comunicación.