La propuesta “ghost” se implanta reflexionando entorno a dos conceptos, edificio-paisaje y edificio-ciudad. Por un lado, la parcela objeto de concurso se ubica en una posición estratégica y privilegiada respecto de las vistas hacia la Sierra de Huetor. Esta situación de “límite” unido a la ya existente Plaza Mirador del Portillo, hace que el proyecto asuma una condición de edificio-paisaje integrándose con naturalidad en la pendiente y jugando con la sección del terreno. Por otra parte, la propuesta responde con un edificio-ciudad, adosándose a las medianeras y traseras que quedan a la vista.

¿Programa o estrategia? Adaptabilidad funcional

Se propone una estrategia como respuesta al programa funcional, una estrategia con una gran capacidad de adaptación y transformación que garantiza su viabilidad y su ejecución en fases independientes. Una estrategia proyectual que puede albergar muy distintos tipos de usos, tanto en distribución como en superficie. Esta “adaptabilidad funcional” se consigue proyectando un edificio modulado, fácilmente construible por fases, con luces moderadas y un sistema constructivo a base de elementos prefabricados.

Programa funcional. Proceso participativo

Del programa funcional planteado, un 30% de la superficie total se destinaría al Museo Sierra de Huetor, al salón multi usos y al aparcamiento. El otro 70% de la superficie, que se designa como “superficie disponible”, se propone definirlo a partir de un proceso de participación ciudadana con el pueblo de Huetor. Proceso participativo que consideramos necesario para conocer de primera mano las necesidades reales del pueblo y poder definir con eficacia la estrategia proyectual de largo plazo, así como las distintas fases de ejecución del edificio.