Como parte del plan de mejoramiento en la calidad de la educación escolar en las zonas rurales de La Araucanía, el Ministerio de Educación convocó a un concurso público para diseñar una serie de colegios tanto primarios como secundarios en la zona donde reside la población con la mayor tasa de analfabetismo del país y cuyos habitantes en su mayoría pertenecen al pueblo mapuche. Las zonas escogidas son los poblados de Lifko y Carén.

La propuesta para la escuela de Lifko busca el arraigo a través de la fusión de diversos aspectos de la cosmovisión mapuche, sin recurrir a tipologías formales forzadas ni a alegorías arquitectónicas superfluas, asimilando las riquezas de la cultura originaria con la arquitectura contemporánea y adaptándolas a su contexto y uso. De esta forma, el proyecto se plantea como una barra alargada que separa dos zonas por un patio de acceso, siempre por el lado oriente (puel mapu) como lo estipula la cultura ancestral. El programa del lado sur (willi mapu) corresponde al programa docente y el del norte (pukin mapu) alberga el programa de servicios. El volumen compacto y dentado corresponde a una sucesión de lucarnas modulares que se abren hacia el sur, de donde provienen el viento (kúrüf) y el buen tiempo (küme wenu).

Tratándose de una zona maderera, el sistema constructivo propuesto consiste en el uso exclusivo del material tanto en los marcos estructurales de tabiquería ligera como en sus cerramientos. El revestimiento exterior consiste en una fachada ventilada de madera quemada, técnica utilizada para asegurar su buen comportamiento frente a climas adversos; en tanto el interior es de madera natural blanqueada con pintura al 20 por ciento para reflejar la luz natural.