Se trata de un edificio híbrido con espacios para habitar, trabajar y educar ubicado en el antiguo astillero de Huelva con intenciones de regenerar el olvidado polígono industrial implantando un trozo de ciudad en él.

Un edificio compuesto por una serie de pieles habitadas, cada una funcionando como un gradiente de privacidad con sus propios ritmos de vida y sus interrelaciones. Concebido como una nave industrial más y materializado constructivamente atendiendo a las condiciones bioclimáticas que requiere la situación medioambiental, es una estructura isótropa que cobija el corazón del proyecto: una calle pública que que pretende introducir espacios libres, abiertos, informales y comunes adecuados para que se de el intercambio cultural en un espacio semi interior, semi exterior, sin ser un aula cerrada o una oficina ni simplemente un espacio de circulación.

Una arquitectura donde poder vivir, amar, fabricar, aprender, y soñar juntos.