Situada al fondo de la depresión del río Genil, la Vega constituye una amplia plana de inundación, suavemente inclinada hacia el lado oeste con pendientes medias del 1%. Comprende una superficie de 1.500 km2. Constituye el espacio físico que dota de estructura y personalidad la aglomeración urbana de Granada.

La abundante disponibilidad de recursos junto con la calidad agrobiológicoa de los suelos ha posibilitado desde antaño los desarrollos de una agricultura altamente productiva, y es alrededor de la actividad agraria que se ha conformado un paisaje antropizado y estructurado.

Nuevo modelo de uso

Para recuperar la co evolución ciudad-territorio el nuevo modulo de uso tiene como objetivos:
– Reforzar la estructura urbana policéntrica,
– Regenerar la estructura agroambiental y paisajística,
– Desarrollar circuitos locales de energía y economía de proximidad

Parque lineal para la reactivación

Los parques lineales son los elementos que posibilitan la reactivación de la Vega como un área lúdico-productiva. El nuevo modelo de uso en el interior del parque agrario genera nuevas demandas energéticas que plantean modificaciones en la gestión de ciclos energéticos actuales. Se propone una gestión de los residuos energéticos sostenible que mejore la relación simbiótica entre ciudad y territorio.

Programa

Se propone un sistema constructivo flexible como estrategia fundamental para llegar a la sostenibilidad de los edificios. Las soluciones constructivas responden a sistemas reversibles: montaje en seco y elementos prefabricados.

Se considera la estructura de los secadores como el elemento genuino de construcción Se mantiene su totalidad y se comprueba que resista las cargas de los nuevos paramentos de policarbonato, sobretodo ante las acciones del viento.

Los secadores de tabaco se han convertido en una de las singularidades identitarias del paisaje de la Vega. Son elementos arquitectónicos de los años 50, de planta rectangular y cubierta a dos aguas, que responden a un modelo constructivo no reglado, espontáneo, basado en el uso de los recursos limitados de la zona y sin ninguna pretensión formal.

En concreto, la estructura del secador de palos, se basa en un entramado ligero de madera de chopo negro, recubierto por un cerramiento de fachada vegetal que permite la ventilación para secar el tabaco y una cubierta impermeable, construida con elementos como chapas metálicas y tejas.