Desde el contexto y para el contexto

El nuevo Mercado de La Laguna, se entiende como un referente económico, turístico y cultural para la ciudad. Se implanta el nuevo equipamiento estableciendo un conjunto unitario con  el edificio Judicial y la Ermita, definiendo un espacio público común de relación. Nos alejamos de la espectacularidad para dar énfasis a la caracterización del espacio público y a la relación entre la ciudadanía y los productos propios de esta tierra.

Relación entre espacios interiores y exteriores

Espacios interiores y exteriores se entrelazan generando actividad en los espacios exteriores contiguos al Mercado y al mismo tiempo, generando espacios interiores de relación social. Proponemos un Mercado como extensión del espacio público, que invita a acceder y acoge al visitante con espacios amplios y diáfanos. Los límites entre interior y exterior se diluyen.

Acercamos el espacio interior de intercambio y sus productos al ciudadano buscando su participación e implicación.

Funcionalidad de los espacios

Conectamos todos los espacios interiores y exteriores en secuencia  para dar la posibilidad de establecer un recorrido continuo. Se organizan todas las paradas del mercado en una misma planta de modo que disponen de igualdad de condiciones. Al mismo tiempo, en las plantas superiores se estructuran los espacios de manera que se puedan dividir generando diversas sales de uso autónomo.

Materia y contexto

Un juego geométrico genera un ‘pattern’. Éste, se utiliza puntualmente a modo de celosía, protegiendo del sol y ofreciendo confort térmico. La textura de la fachada da unidad a la volumetría i homogeneidad al edificio.

Hormigón y madera: dar énfasis a la materia y evocar referencias arquitectónicas características de Las Canarias: celosías y tribunas de madera. Combinamos la construcción pesada, de gran estabilidad térmica y construcción ligera que permite adaptar sus elementos al clima, al lugar y al contexto histórico.