La escultura es el arte de modelar un material, creando volúmenes y conformando espacios bajo la luz.

El alabastro nos permite relacionar luz con arquitectura y crear un mundo paralelo inspirándonos en la trayectoria artística del escultor Eduardo Chillida. Este material nos permite mantener una relación con el mundo exterior, ya que el proyecto está bajo tierra, canalizando la luz que se refleja por encima del suelo con mayor intensidad y así filtrarla hasta el interior.

El lugar donde se desarrolla el programa es una zona montañosa, donde las condiciones de luz y espacio nos permite elaborar una nueva zona en la cual se consolide cultura y tradición junto con luz y arquitectura. Estas condiciones del entorno nos permite trazar un nuevo camino donde buscar la luz unido con el alabastro y la arquitectura: una cantera. Esta cantera, ya abandonada y en desuso, es un lugar lóbrego al cual queremos dotar de vida y armonía, creando nuevos espacios de luz combinándola con el alabastro.

El objetivo principal del proyecto se basa en ir desde el origen del material hasta conformar un nuevo espacio, donde permita relacionar luz, escultura y arquitectura, dando una nueva forma y un nueva función a la cantera para poder aportar al entorno transformado todo aquello que anteriormente se le había extraído, explotando la luz para desarrollar un programa cultural – sala de actos, salas de exposiciones, etc. El programa se desarrolla en una cavidad dentro de una cantera, sin ángulos rectos, con una variación rítmica de huecos suspendidos en aire dejando la planta bajo estos totalmente iluminada con el fin de conseguir un espacio multifuncional conectado con los niveles inferiores.

Estos huecos de longitud variable desde la parte superior penetrarán dentro del propio centro creando un vínculo entre el alabastro y la creación, favoreciendo así la formación de un espacio donde pensar, compartir y exhibir.