La propuesta del Museo Ydáñez  la entendemos como el gran punto final/inicial de un paseo artístico/sensitivo que engloba la idea de  Museo al Aire Libre en la que el pueblo se está convirtiendo. A parte de las propias  obras de arte,  se revaloriza la arquitectura tradicional y sus paisajes. El arte se encuentra en cualquier lugar.

Ese paseo recorre jardines, iglesia, placitas, puentes, orillas del río, fuentes, casas centenarias, olivos y la antigua Fábrica convertida en Museo.

La arquitectura tradicional presenta gran riqueza, muchas veces olvidada y destruida. Valorar edificios centenarios existentes, dotándoles de otros usos  y respetando su arquitectura produce  lugares singulares. Es una manera de respetar y valorizar el medio sin crear «arquitectura objeto»  ajeno al lugar.

Los volúmenes  existentes  de la Fábrica de la Vicaría  los tomamos  y conservamos como prototipo para el resto de  piezas,  para que haya una continuidad tanto conceptual como física. Las líneas de  cubiertas  se unifican sin separar por  antigua y nueva. La fábrica como museo, el museo como fábrica.