Nueva sede de Egresados Uniandinos
1561-ETE-BOG.CO-2015

El carácter de un edificio no se define necesariamente por su escala sino por sus relaciones espaciales. Proponemos reivindicar el espacio intimo de lo domestico presente en la casa uniandina, trasladando estos valores a la concepción del proyecto, haciendo que la complejidad programática no interfiera con las características de unidad y continuidad propias de una casa. Los programas que componen la compleja mezcla de usos se entienden como las habitaciones, abriéndole paso a una gran sala que las vincula.

Generalmente los edificios públicos aglutinan su programa más colectivo en los primeros niveles, dejando los niveles superiores a un programa más íntimo, en este caso sin embargo, nos interesa que lo colectivo y lo íntimo se entrelacen de una manera mas fluida, siendo lo público el vacío articulador (la sala) y lo privado lo lleno y más introvertido (las habitaciones y servicios)

Lo lleno y lo vacío

Las habitaciones (el espacio involucrado por los volúmenes de la figura) y la sala (el espacio hueco que subsiste entre los volúmenes) se entienden como los llenos y los vacíos, lo colectivo y lo intimo: Se conforma un gran bloque de espacio macizo y geometría muy definida como continuidad de los valores espaciales y materiales de la casa uniandina, en este caso articulado todo por una gran horadación, que pretende poner de manifiesto no el espacio de la masa si no el vacío que se abre atreves de esta como resultado de la excavación.

Este vacío leído en “positivo” constituye en planta y en sección, en horizontal y en vertical, el espacio colectivo del proyecto. Estas horadaciones emergen al paisaje natural y urbano circundante como un espacio intermedio entre interior y exterior, abriendo las fachadas y convirtiendo esta gran casa, en un tejido continuo con el sistema de llenos y vacíos de la ciudad.

“La búsqueda del espacio vacío como espacio positivo es el gran reto de la obra de Eduardo Chillida. En ella lo material, lo que está ahí, no es mas importante que lo que no vemos, es la contraparte que el artista crea para contener y limitar a eso otro que también es obra, y que si cambiamos la mirada también podemos “ver” aunque no tenga materia y sea vacío puro”  – José Antonio de Ory, Chillida el desocupador del espacio.

La casa existente

La secuencia de llenos y vacíos se extiende hasta la cota del espacio público circundante, conformando un sistema de corredores y patios dentro del cual la casa Uniandina actúa como pabellón de acceso. Este espacio es la antesala a un primer patio que termina de configurarse mediante la galería de arte temporal. Este vacío manifiesta la oportunidad de abrir la fachada posterior de la casa preexistente, mientras se genera una conexión peatonal en ambos niveles hacia los nuevos espacios.

Team: Julián Castaño, 
Billy Hurtado, Juan Camilo Osorio, 
Felipe Camacho, 
David Tobón, 
Luisa Fernanda Echeverri
, Carlos Andrés Palacio
, Carlos Daniel Montoya, 
Tatiana García | Post date: 15/06/2016 | Views: 6.473