Nueva sede expositiva del Instituto Gogora
2960-DGM-BIO.ES-2021
Architects: Daniel Gómez Magide, Lucía Martínez, Eduardo Dipré, Miguel Ángel Díaz
Client: Unknown
Status: Competition (2021)
Clasification: 2 prize
Location: Bilbao, Spain
Coordinates: 43.264183, -2.942535
Climate: Oceanic / maritime, Temperate
Material: Undefined
Environment: Urban
Visualizer: Studio
Scale: 370 ㎡ Small
Types: Exposition, Microarchitecture

El reto al que nos enfrentamos al proponer un Nuevo Espacio Expositivo para el Instituto Gogora no es menor. Se nos insta a crear un lugar para la construcción de la memoria, un espacio plural en que todas las personas estamos invitadas a participar. Además, desde la propia Institución nos invitan a acercar a la calle y a la ciudadanía el valor concreto y real de la memoria, promoviendo su potencialidad ética y educativa, y fomentando el diálogo, el debate y la participación social.

En este sentido, nuestra intención es introducir el espacio público (la ciudad) en el interior del patio de manzana. La continuidad visual y material desde la Calle Marina Díaz de Haro trasladan el inicio del recorrido expositivo al exterior, al mismo tiempo que atrae a quien circula por la calle hacia el interior. De este modo, mediante el atravesamiento de diferentes filtros se va desvelando un vacío central envuelto por pabellones a modo de claustro.

Este vacío central se concibe como un espacio de reflexión y de encuentro. Pensamos en un patio que nos transporte a espacios como el Templo de Ryoan-Ji en Kyoto. Un lugar simbólico, donde la ausencia y la presencia conviven. Allí hay restos de la ciudad omnipresente, pero esta se desvanece para dar lugar al vacío. Un vacío que nos rescate de la alienación de lo cotidiano y nos conecte con nosotros mismos y con lo que somos, y lo que somos es precisamente nuestra historia.

Mientras que el patio es luz, los pabellones son oscuridad. En estos se exhibirán cada pieza que construyó nuestra historia reciente, y de las que no debemos olvidarnos. Sin embargo, no se trata de establecer un orden o conducir al visitante a través de un recorrido. Para este proyecto no se considera al visitante como un mero espectador, sino que se lo considera como un ser activo. Al igual que la historia, una exposición no es un libro que debe ser leído en orden. Toda persona es parte de la historia y debe construir la suya propia.

El objetivo es entonces, propiciar un espacio para que cada uno pueda construirla.

Metaproyecto. Espacio soporte

Para que cada visitante pueda construir su propio relato, la arquitectura debe ser un soporte y nunca imponer sus leyes. En este sentido, concebimos nuestra propuesta como un contenedor arquitectónico posibilitador, con capacidad de mutación para adaptarse a diferentes visitantes, pero también a diferentes tipos de exposiciones, e incluso diferentes tipos de uso. No se trata de un proyecto cerrado e inmutable, sino de un proyecto de proyectos.

La estrategia expositiva se resuelve entonces con el mínimo de elementos. Los dos pabellones laterales, de 130 metros cuadrados cada uno, contienen en su cerramiento exterior una serie lineal de pantallas LED, móviles algunas de ellas, que permitirán la emisión de los contenidos expositivos y la interacción del visitante, como también la creación de sub-espacios con diversos contenidos.

Por su parte, la cara interior se resuelve mediante una serie de paneles opacos móviles que permiten reconfigurar el espacio en función del contenido expositivo. El pabellón del fondo, de 110 metros cuadrados, se concibe como un espacio de interacción y reunión, en el cual poder realizar una o varias proyecciones de gran formato simultáneamente, como también eventos para grupos, como charlas o simposios. Por último, y en relación todos los espacios interiores, se dispone un gran espacio semi-cubierto de 62 metros cuadrados, donde se posibilita la interacción directa con el patio. El mismo está pensado como lugar de estancia, encuentro y reflexión, y para ser utilizado tanto individualmente como en grupos.

Somos conscientes de las limitaciones y la problemática derivada del uso de exposiciones audiovisuales. Por ello, la versatilidad de nuestra propuesta contempla la posibilidad de generar espacios de silencio donde apreciar el material audiovisual en condiciones acústicas adecuadas, pero también la posibilidad de abrir los pabellones hacia el patio central. Este patio de 150 metros cuadrados puede alojar exposiciones temporales o bien ser el telón de fondo de muestras de otro tipo que suceden en el interior. El principal reto al que nos enfrentamos es al de concebir este espacio flexible y variable, pero que por ello no sea un parque de atracciones.

Lo que buscamos es construir un lugar que sea mutable y solemne.

Estrategia constructiva

Al tener que insertar el nuevo edificio dentro de otro preexistente aparecen dos factores cruciales que se deben tener en cuenta: por un lado, la inserción de una nueva estructura que trasladará cargas a la estructura existente, y, por otro, el diálogo material y programático entre ambos. Para lo primero de ello, se prevé una sub-estructura de soporte y refuerzo, donde apoyar los nuevos elementos estructurales que constituirán el espacio expositivo. A través de una lectura de la posición de pilares del primer subsuelo se dispone una primera línea de vigas metálicas apoyadas directamente sobre el forjado, de manera que trabajen estructuralmente en conjunto. Sobre ellas se dispone una segunda línea de vigas metálicas en relación a los apoyos puntuales de la nueva edificación.

La disposición de ambas líneas estructurales favorece también al escurrimiento de agua en el mismo sentido en que está dispuesto actualmente. El nuevo edificio está construido de un único módulo estructural metálico conformado de una columna doble, una viga de piso y una viga de techo, que se repite a través de todo el perímetro. La elección del material estructural se basa en la estandarización y la facilidad constructiva y de traslado de las piezas, en caso de que esto último sea necesario.

Sin embargo, para la elección del material de los cerramientos son otros los factores que se tuvieron en cuenta además de los previamente mencionados. Es a través de los cerramientos que se da el diálogo con la preexistencia, y por eso la elección de continuar la materialidad de la fachada interna para proyectar la cara exterior de las carpinterías que dan al patio central. Estas últimas son también las que marcan la altura máxima de la nueva fachada, generando una continuidad entre interior y exterior, y enmarcando el patio como espacio central.

Respecto de los demás cerramientos se utilizarán paneles de CLT con sus debidas aislaciones térmicas y acústicas, debido a sus altas prestaciones técnicas, pero también a sus cualidades medioambientales. La terminación exterior será en chapa negra para las partes vistas y cubierta, lo que le brindará uniformidad y respeto hacia las edificaciones linderas. Todo el edificio se construye con montaje en seco y es también desmontable en su totalidad, brindando así una extrema flexibilidad.

Climatización, energía, acústica

El territorio de la museografía, que siempre ha sido de derroche económico y de recursos, debe empezar a ser ejemplar desde el punto de vista de una economía sostenible. Creemos que un espacio expositivo de este tipo debe ser sobrio y proporcionado en la inversión de recursos, tanto en su puesta en marcha como en su mantenimiento. Asimismo, el hecho de estar ante una exposición de carácter eminentemente audiovisual da lugar a que los consumos energéticos sean elevados, haciendo necesario compensarlos de algún modo mediante la generación de energía propia. La gran superficie de cubiertas que se genera con nuestra propuesta parece un lugar óptimo para ubicar una serie de paneles solares fotovoltaicos que, junto con un conjunto de baterías alojadas en el trasdós de los muros del pabellón lo harían autosuficiente.

Por otra parte, somos conscientes de la importancia capital de los sistemas de climatización y ventilación, en especial a raíz de la crisis sanitaria generada por la COVID-19. En este sentido, además de aislar térmicamente el edificio, se ha previsto un sistema de extracción e impulsión de aire ubicado en los perímetros interior y exterior del pabellón, de modo que se garanticen las fuertes demandas actuales de calidad del aire interior, como así también las exigencias de acondicionamiento climático.

Por último, el proyecto apuesta por una museografía basada en soportes audiovisuales donde se recojan los contenidos, testimonios e imágenes que respondan al proyecto museológico. Este tipo de instalación audiovisual múltiple tiene que resolver el problema principal que conlleva: la contaminación acústica. La crisis del COVID-19 ha dejado en completa obsolescencia recursos como cascos y aparatos individualizados para escuchar los contenidos. Es necesario apostar en este tipo de montajes por un control acústico localizado para mejorar la ambiencia de la instalación. El oyente tiene que poder identificar auditivamente el espacio y soporte en el que se encuentra.

Esto se consigue mediante reflexiones sonoras tempranas en el tiempo y adoptar, desde la materialidad constructiva, la utilización de paneles acústicos, acabados en suelos y soportes que permitan la absorción de reverberación y la reflexión controlada del sonido ambiente, que en este caso será la misma de los diferentes sonidos que emitan las pantallas con tecnología LED.

Hacemos una apuesta por insertar en el techo campanas planas de emisión en los puntos donde coinciden las pantallas que emiten los contenidos. Se plantea un suelo que asegure la absorción acústica, de tipo textil antihongos, ignifugo y de gran durabilidad que pueda ser fácilmente lavable y sustituido. Las textiles transversales semi transparentes ayudarán, de la misma manera que los suelos, a minimizar la contaminación sonora. Las soluciones de paramentos verticales y horizontales apuestan por la máxima integración de los soportes en la arquitectura de la sala.

Post date: 05/12/2022 | Views: 1.301