Este nuevo edificio de viviendas está situado en un lugar singular cerca de Collserola, en el Distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona. La pequeña escala de las edificaciones domésticas vecinas se mezcla con equipamientos docentes o asistenciales de mayor entidad, combinando una densidad baja con unas vistas y orientación excepcionales. En ese sentido, la propuesta intenta encontrar una escala de implantación adecuada al entorno. Parece lógico pensar que un edificio de vivienda dotacional cómo este proponga alternar la domesticidad del tejido residencial unifamiliar existente con la mayor dimensión y escala de otras piezas de su entorno.

Se plantea un edificio en forma de L alineado a las calles y abierto hacia la buena orientación y las vistas, donde la mayoría de las viviendas dan a sur o a sureste. Se dispone un núcleo principal de escalera y ascensores, y otra escalera secundaria de evacuación, dando acceso a cuarenta y cuatro viviendas, tres de ellas adaptadas.

La volumetría final del edificio se presenta compacta hacia la calle, con una fachada norte donde se disponen los pasillos de acceso a las viviendas y se genera un filtro energético. En el otro lado, se descompone y escalona hacia el interior del solar, acogiendo la orientación sur y haciendo más doméstico el contacto con los patios de las viviendas vecinas. El acceso principal es una gran abertura que intenta acercarse a la calle Quatre Camins.

El conjunto del edificio se subdivide en dos piezas que establecen su cota de planta baja a distinto nivel. La adaptación a la topografía permite la creación de espacios comunitarios sin desniveles y bien orientados, donde la gente mayor pueda llevar a cabo actividades al aire libre.

Todas las viviendas, con una superficie útil de cuarenta metros cuadrados, tienen un espacio exterior confortablemente protegido, especialmente las del nivel inferior donde su situación les permite disponer de un espacio de mayor dimensión. El interior de la vivienda permite ordenar convenientemente el programa y facilitar tanto las circulaciones como el registro de las instalaciones desde el exterior. La estructura se plantea de  hormigón armado, con una retícula de luces razonables compatible tanto con las dimensiones de las viviendas como con el aparcamiento.

En cuanto a la fachada, se plantea una regularidad y planicidad que anticipan una fácil ejecución. Todos los espacios –abiertos, semiabiertos y cerrados– tienen aberturas protegidas y controladas para un buen comportamiento energético. Se incorpora el sistema PassivHaus de mejora de eficiencia energética para reducir el consumo total en un 75%, con medidas como un aislamiento exterior de 10 cm de grosor o un sistema centralizado de climatización. Además, se disponen elementos de protección en las aperturas que permiten prever un mejor comportamiento energético del edificio.