El intenso análisis histórico-constructivo previo al inicio del proyecto nos aportó claves fundamentales para la intervención: el reconocimiento del núcleo original de la vivienda del s. XVIII y la secuencia zaguán-patio-escalera-galería hoy desfigurada, con un patio que desea recuperar su presencia y protagonismo en la actividad diaria.

La propuesta busca recuperar estos espacios como elementos organizadores del edificio. Este núcleo se leerá como un único espacio exterior/interior que distribuye las circulaciones y usos en torno a él, como un lugar común y de encuentro para los huéspedes del albergue. Se adopta una serie de estrategias, como un pavimento de vidrio para señalar la dimensión original del patio, la preservación de las baldosas hidráulicas, el recorte de los cerramientos hacia el mismo a modo de antepecho, o la disposición de una malla transpirable en el techo de la última planta, que permita la vista tamizada y la ventilación de la cubierta de madera, impidiendo la entrada de pájaros e insectos.

En el resto del edificio se eliminarán las particiones no estructurales, generando así estancias más amplias y flexibles que permitan la lectura de los forjados de madera. La intervención incluirá un ascensor y un nuevo hueco de instalaciones junto a la escalera, así como un núcleo húmedo de aseos en la zona norte.