Al llegar a la hermosa playa de San Miguel de Cabo de Gata, nos encontramos un antiguo torreón defensivo que se alza solitario entre el mar y las montañas, entre olas y arena. El tiempo se ha encargado de rodearlo con una serie de elementos arquitectónicos que, lejos de potenciar el valor patrimonial de la propia torre, construyen en conjunto un paisaje desordenado y de escaso interés arquitectónico.

Tenemos, por ejemplo, el muro perimetral añadido en los años 80, que confina al monumento y lo oculta innecesariamente, otorgándole un aspecto carcelario. Tenemos también el chiringuito próximo, de un valor arquitectónico nulo, que se aproxima de forma irreverente al torreón. Por último, encontramos una zona de aparcamiento para vehículos completamente improvisada.

El objetivo ahora es recuperar el Torreón y darle el valor que merece. Para ello, nuestra propuesta trata de resolver todos esos aspectos negativos que hemos mencionado eliminando el muro residual, ordenando el tráfico de vehículos y personas e interponiéndose entre el chiringuito y la torreal tiempo que se genera un conjunto arquitectónico de calidad cuya principal finalidad es poner en valor la propia pieza arquitectónica de la Torre e integrarse en el peculiar y bello paisaje de Cabo de Gata.

Para ello, se inserta una nueva pieza arquitectónica, una pieza contemporánea que se distingue por formas y materiales del propio torreón, que contiene los usos principales de la Oficina de Turismo e introduce un recorrido que tiene su comienzo en la planta baja de la Torre, que se habilita como vestíbulo.

Para garantizar la integridad del monumento, la intervención propone una intervención mínima en el propio torreón que consiste básicamente en eliminar todos aquellos añadidos de baja calidad arquitectónica que se llevaron a cabo durante las décadas finales del siglo XX y actuando tan sólo en aquellas partes que comprometan la vida del edificio. Todas las acciones que propone este proyecto tienen su base en la Carta de Cracovia del año 2000.

Entre los elementos más importantes de la restauración, podemos encontrar:
– Eliminación de los revocos aplicados en los años 80, para los cuales usaron restos de ladrillo como material de relleno en aquellos intersticios donde los muros originales habían perdido mortero. Se debe proceder a la sustitución de ese cascajo por materiales adecuados para dicha finalidad en acabados que no alteren la estética de la torre.

– Trabajos de conservación de los espacios interiores, que irán acabados con paneles autoportantes de cartón yeso que no lleguen a tocar los muros de la propia torre. La bóveda quedará vista e iluminada por un sistema perimetral de iluminación oculto e integrado en el trasdós de cartón yeso.

– Trabajos de restauración de la escalera exterior, que será reparada a nivel estructural y finalmente revestida con un nuevo revoco color blanco, acabado que contrastará con las piedras originales que quedan, las cuales quedarán sin revestir y a la vista, después de los debidos trabajos de conservación que requieran.

– Sustitución de la plataforma que une la escalera y la torre por una nueva de mejor calidad, también acabada en un blanco que geométrica y visualmente se distinga de los materiales originales de la torre.