El proyecto se sitúa en el casco histórico de castalla, núcleo urbano caracterizado por su compacidad y densidad, y con la idea de “vacío” como punto de partida para lograr un espacio liviano y ligero.

Para ello se establece una conexión entre las calles del racó de les penyetes, de la vela y la plaza de san antonio, disponiendo una serie de plazas conectadas entre sí que generan un espacio urbano de carácter públio, semipúblico y privado delimitado por la propia arquitectura del residencial.

Este espacio urbano se caracteriza por una geometría rotunda, que ofrece al exterior, contraponiéndola con la ligereza en el interior e induciendo a los habitantes a recorrerlo interiormente, donde la luz cae, y a pasear sin ser conducidos, con total libertad.