Retirarse es un acto deliberado. Retirarse es un transito desde un lugar a otro más calmado y sosegado. Retirarse es alejarse del ruido y la rutina para descansar y reflexionar. El proyecto se presenta como contrapunto a otro lugar del que buscamos alejarnos y se transforma en un refugio de silencio donde detener el tiempo.

Imaginamos el emplazamiento del proyecto en algún pueblo del interior de la provincia València (España), a los pies de una sierra, donde abundan pinos, cipreses y pequeños arbustos. La construcción se integra en el paisaje como si se tratase de uno de los pequeños refugios de pastores que salpican estos montes. El volumen se posa sobre el territorio a través de un zócalo de hormigón y termina la arquitectura con fábricas de ladrillo. El interior se proyecta en el exterior en forma de patio y el exterior es retenido en el interior gracias a las carpinterías de madera que enmarcan el paisaje.

El resultado es un pequeña cabaña de dimensiones mínimas y escaso equipamiento, pero también un lugar donde huir de las interferencias de la vida y volver a escucharse a uno mismo.