El proyecto se sitúa en la zona de Heule Brook y Leiemeesen, un área central de Kuurne, Bélgica. Con una superficie de 35 hectáreas, combina espacios abiertos, con espacios de la ciudad, lugares para la naturaleza y las actividades agrícolas, pero también para la recreación y el patrimonio.

Kuurne es una ciudad que siempre se le ha asociado con el agua, aunque actualmente no está visible. Por ello, el objetivo es lograr una atractiva aldea que conecte la ciudad de Kuurne con su valioso espacio natural. Creará nuevas áreas totalmente abiertas al paisaje que actualmente se encuentran inaccesibles, creando relaciones entre el campo y la población.