Estado actual

La zona de intervención se sitúa en Oslo, capital de Noruega, concretamente en la bahía de Pipervika. El lugar en el que nos encontramos es el resultado de múltiples modificaciones a lo largo de los tiempos, un espacio entre la histórica  fortaleza Akhersus y la plaza del ayuntamiento seguida de una trama urbana densa  y ortogonal que data del siglo XVII.

La plaza del ayuntamiento, uno de los lugares más importantes de Oslo, no está bien definida ya que se funde con la gran zona verde que se extiende delante de la muralla. Estos dos espacios urbanos se enfrentan en el emplazamiento creando un límite, un límite entre la ciudad y el parque, lo mineral y lo vegetal, la trama urbana densa y la puntual, las tramas ortogonales y las tramas orgánicas…

Construir un lugar. Un entorno dual

El proyecto se sitúa en este límite construyendo un lugar, domesticándolo, acotando estos espacios,  aportando nuevos usos a cada uno de ellos y relacionándolos entre si. El edificio se encaja en la topografía resolviendo el desnivel y haciendo de transición entre la ciudad y el parque de la fortaleza tanto en su interior como en el exterior. Responde a un entorno dual, la rigidez del trazado urbano de la ciudad y la irregularidad de la muralla y el parque. Se enfrenta a la ciudad con unas fachadas potentes y ortogonales y recoge el parque dialogando con la fortaleza con unas fachadas más orgánicas.

En cuanto a las alturas, nunca supera las de la muralla y sigue el sistema de plataformas de las fortificaciones tratando las cubiertas como una fachada más ya que se ve desde lo alto de la muralla y en algunos puntos forma parte del parque.

Distribución por franjas a partir de una calle interior

El edificio se divide en franjas a partir de un vestíbulo-calle que conecta el acceso de la plaza del ayuntamiento con el acceso en el cruce entre la calle Radhugata (que viene del centro de Oslo) y el camino del parque que viene de la fortaleza. Estas franjas se conciben como unos  muros capuchinos cerámicos estructurales que sustentan el edificio y albergan en su interior los espacios servidores y las instalaciones.

Entre estas franjas se desarrolla el programa del centro: unas salas de ensayo y estudio de grabación, una sala polivalente para todo tipo de conciertos, un espacio de acceso al auditorio, exposiciones y bar que conecta con el parque y un auditorio con una capacidad para 490 personas.

Estos espacios parten de unas proporciones de espacio servido-servidor que vienen dadas por las cotas del lugar y se modifican según sus necesidades y alineaciones urbanas.

Materialidad : obra de fábrica

El edificio se concibe como un elemento urbano, como si formara parte de la topografía del lugar. Se define como un elemento monolítico, compacto y pesado que contiene el parque permitiendo en ciertos puntos una permeabilidad substrayendo parte de este muro. Se utiliza la obra de fábrica como material principal, reinterpretando la arquitectura tradicional noruega y reforzando la identidad del lugar y en contraposición el acero como elemento ligero para las carpinterías, mobiliario y otros elementos.

Empleando diversos espesores y aparejos se conciben gruesos muros estructurales que sustentan el edificio y evocan la fortaleza medieval  creando una arquitectura que te  transporte desde la ciudad al baluarte guiado  por la luz, la sombra, las texturas, los desniveles… En las franjas servidoras es donde está más presente esta materialidad, estos muros quedan vistos y se pavimenta con el mismo ladrillo klinker.

Inspirándose en el concepto de la ordenación de las piedras de la muralla se juega con la colocación del ladrillo en la fachada. Rehundiendo ciertas hiladas de ladrillos se crea una composición de sombras y planos que dan un dinamismo a la fachada evocando la jerarquía clásica.