Al Sur de Casar de Cáceres se ha ido consolidando un auténtico centro de deportes. Un polideportivo que ha ido creciendo poco a poco con campo de futbol, numerosas pistas, piscinas exteriores e incluso un albergue con cafetería. Un espacio abierto y amplio, con grandes posibilidades. Este concurso es la ocasión perfecta para consolidar este centro como un gran parque del deporte, el pulmón verde de la localidad. Para ello se propone una intervención integral en la parcela, potenciando su vegetación, incorporando nuevo arbolado y ordenando los caminos internos.

La propuesta para la nueva piscina climatizada de Casar de Cáceres es parte de un “masterplan” para todo el complejo polideportivo. Se trata de un proyecto de renaturalización y ordenación de todas las instalaciones, para hacer de estos espacios lugares más agradables y prepararlos para los desafíos de la emergencia climática, como temperaturas más altas y menos precipitaciones. Se propone la supresión de los vallados internos de la parcela (cuando sea posible) así como se establece una jerarquía de circulaciones. Se proyectan caminos rectos, directos y anchos para las conexiones inmediatas y otros senderos sinuosos y estrechos para las circulaciones de paseo. Además, se promueve la movilidad sostenible con instalaciones de aparcamientos para bicicletas y puntos de recarga para vehículos eléctricos.

La vegetación ayudará a disminuir el efecto isla de calor de las pistas abiertas y generará nuevos espacios de sombra y estancia. Se utilizarán especies autóctonas y de bajo mantenimiento. Conjuntamente, se propondrá la instalación de depósitos de agua de lluvia para reutilizarla en el riego, reduciendo así el consumo de agua potable en un 50%. Se proyectará un edificio de muy bajo consumo energético y alto confort interior, aprovechando el calor residual del gimnasio para la climatización de la piscina y utilizando biomasa para el agua caliente sanitaria y la piscina. Fundamentándose en estos aspectos, el edificio que se propone apuesta por dos grandes volúmenes de policarbonato que permiten iluminar de forma natural las salas y abrirlas para permitir la renovación del aire interior.

En la cubierta se instalarán placas solares para autoabastecer el edificio. También se apuesta por materiales con una baja huella de carbono como son la madera, el ladrillo y el corcho, usado como aislamiento. La estructura se divide de tres grandes elementos: un basamento de ladrillo de gran inercia térmica, una estructura de pilares y vigas de madera laminada que forman la cubierta (que junto a paneles CLT forman los espacios para colocar los paneles solares) y una subestructura de perfiles metálicos que construye la fachada articulada para ventilar e iluminar de forma natural. La estructura de madera supone una reducción de tiempo de ejecución de obra de un 25%.