Invisible

El lugar objeto del concurso reclama una intervención precisa y realista capaz de proteger y revalorizar el conjunto de espacios verdes y edificaciones que lo componen.

El parque, los árboles, las esculturas, las zonas de juego para niños, el Centro Cultural del barrio, son demasiado importantes como para imaginar con inocencia e impunidad el impacto de un nuevo edificio de 4.000 m2. El lugar se presenta hostil a cualquier intento de actuación. Hostil por el valor que ya tiene y que no queremos que pierda y hostil porque construir, hoy en día, es fundamentalmente sospechoso y está sujeto a permanentes turbulencias políticas, financieras y culturales. Por el contrario, la NO construcción, la preservación del vacío es verde, ecológica y popular en un entorno urbano cada vez más denso.

El proyecto que proponemos quiere ser una herramienta urbana eficaz que respete la zona verde en la que se actúa y que dote al Museo de Escultura de Leganés de una condición moderna y representativa que lo configure como nuevo polo de atracción en el área metropolitana de Madrid. Un edificio pensado desde el equilibrio entre innovación, racionalidad constructiva y sobriedad presupuestaria, con un alto grado de realismo y clara vocación de ser construido.

Ser y no ser

Desde el punto de vista urbano el proyecto parte de un principio fundamental: es necesario proteger la zona verde y la masa arbórea existente y mantener el edificio de Las Dehesillas como centro cultural. El jardín y el centro cultural, tienen un especial valor para los ciudadanos de Leganés como espacios de descanso, relación y disfrute, espacios tan necesarios y escasos en nuestras ciudades.

En la actualidad, los vecinos disfrutan de una zona verde de 18.200 m². Queremos un proyecto que permita seguir disfrutando de 18.200 m² de zona verde y además de un nuevo Museo de Escultura para la ciudad de Leganés.

Desde un punto de vista arquitectónico el proyecto reflexiona entorno a dos preguntas:

– La presencia o ausencia de la arquitectura: ¿cual será el impacto de la construcción en su entorno?

Queremos un edificio que no esté (que sea y no sea) y que, al mismo tiempo, proporcione un fuerte contraste con el contexto urbano, que permita al visitante abstraerse del ritmo cotidiano y le reúna con las obras expuestas.

– El diálogo entre la arquitectura de los museos y la obra de arte: ¿cual debe ser la relación entre el museo y su obra?

Nuestro propósito es diseñar un espacio para exhibir la obra. Un museo como simple contenedor que no compita con la obra expuesta ni la realce indebidamente. Queremos crear un espacio neutro, más cercano a una infraestructura que a una obra de arquitectura, orientado hacia la consecución de una atmósfera propicia para la contemplación, la reflexión y el disfrute.

El museo invisible

El Museo de Escultura, como un gran claustro, se configura entorno a un extenso jardín central excavado en el que se albergarán las obras exteriores. El Museo a modo de muro de contención habitado rodea el jardín y se abre hacia él…un edificio invisible e introvertido, que ocupará un espacio que todavía no existe.