Tiempo como movimiento. El proyecto se genera con un movimiento entre los límites del solar. El movimiento afecta a la geometría interna de los límites, interpolándose entre pares opuestos este-oeste, norte-sur, perímetro-patio. El resultado cubre la totalidad de la superficie del solar respetando los límites existentes.

Tiempo como memoria. Las preexistencias representan el tiempo arqueológico. El proyecto respeta lo escrito por el pasado en la planta baja de lo edificado, y libera el resto para crear espacio público. El solar se trata de este modo como un texto caduco reescrito en parte por el futuro.

Paso del Tiempo. El proyecto parte del patio andaluz como máquina del tiempo que hace explícito el movimiento de la luz del sol. En este caso, el patio deja de ser una extrusión en planta para convertirse en un tejido poroso en diagonal. Resultado: la presencia del claroscuro en los nuevos espacios públicos