Acercamos el museo al máximo al centro de Puente de Génave, situándolo en la cara norte del cerro de los olivos. Entendemos el museo como un elemento conectado con el resto de los hitos infraestructurales del centro y del paisaje, mediante una serie de caminos “marcados” que constituyen una red real de recorridos. Concentramos “lo que ocurre” en Puente de Génave, como parte de la experiencia de visitar el museo. Utilizamos esta experiencia para hacer visibles los valores del entorno. Una experiencia caminando, en la que se incluye, entrar, salir del museo, pasear por encima de él o hacer una parada en uno de sus patios.

 Museo – paisaje

El museo se convierte así en una experiencia de «paisaje» construyéndose a partir de la suma de capas de información. Estas capas serán los cuadros, la estructura, los recorridos interiores, las piezas cerradas, los talleres , etc. Que se organizan en un espacio único, independizadas del resto visual y acústicamente, o no. La posibilidad de experimentar el museo “a voluntad”, elegir tu propio recorrido o construir tu propio paisaje es el elemento clave de este espacio. Puedes elegir “de un solo vistazo” donde empezar, como recorrerlo, dónde ir o cuando descansar.