El proyecto se sitúa en Lausanne, ciudad media condicionada por su imperante topografía, el centro histórico alzado sobre una colina y las vistas al lago Léman. Entre colinas y en un punto estratégico de conexión con la red ferroviaria se halla el barrio del Flon, valle fluvial con un pasado histórico dominado por la necesidad industrial del siglo XIX y el actual proceso de regeneración que parte de unas parcelas rectangulares destinadas al almacenaje de mercancías de antaño; convertidas en la actualidad en el nuevo referente del ocio nocturno y la administración comunal.

Entre estas dispares actividades colindantes, la escuela gastronómica da respuesta a una fuerte necesidad de ocio nocturno acentuada por las salidas desoladas del metro (añadiendo un restaurante en planta baja como tentáculo programático), y diurno con la actividad formativa. En definitiva, el edificio resuelve una diferencia de cota mediante un muro pantalla al que se le añade programa para facilitar el control de la calle de la cota -10 y a la vez dar un final al parque de la cota superior.

El proyecto incluye tres núcleos verticales de comunicación clave, el primero destinado a los estudiantes y profesores; el segundo que abastece al edificio con los productos del almacén de la planta baja; y finalmente el tercero, de carácter más público, que llevará al transeúnte del restaurante a la cata de vinos, con vistas al centro histórico de la ciudad.

En cuanto acabados y materialidad, el hormigón como reminiscencia del talud existente, combinado con las carpinterías y el aplacado de madera, para aportar calidez y restarle dureza y contundencia a la fachada.