Simbiosis con el entorno natural, un bien compartido:  Una vez reconstruidas las casas, sus habitantes participarán en una gestión de su entorno natural que resultará en un impacto positivo de la actividad humana en el ecosistema al que pertenece. Poco a poco, se cuidarán los bosques colindantes, se replantarán huertos y los animales pastarán en los campos. La nueva comunidad aumentará la diversidad ecológica de esta aldea, estableciendo una simbiosis con su entorno.

Recursos locales, tradición e innovación: Se promoverá el uso de recursos cercanos -energéticos y materiales – para la construcción y mantenimiento de este proyecto, recuperando técnicas tradicionales e innovando en su gestión energética. Su utilitzará madera nacida y transformada en bosques y aserraderos del territorio.

Comunidad: diversidad social

De cerca y de lejos: Favorecer la convivencia de gente diversa: familias de Parada de Sil (viviendas 1, 2, 5 y 6) y sus alrededores, gente de más lejos que decide mudarse al campo (vivienda 4) y un espacio para invitados, residencias temporales o permanentes (vivienda 3), que pueden gestionar el resto de vecinos.

El tiempo como material de proyecto: Este proyecto se puede realizar por fases. Su sistema constructivo permite un buen envejecimiento, incorporando los agentes atmosféricos como elementos que mejoran su fisiología. Cada habitante puede transformar fácilmente el interior de su casa según sus necesidades estacionales o generacionales, cuando pasen de padres a hijos.

Hórreos: diversidad habitable

Separarse del suelo para habitarlo (base): Habilitamos las preexistencias, adecuando los muros de piedra como soporte estructural y ambiental de los nuevos espacions habitables. Este basamento pétreo trabaja junto a un entramado ligero de madera, conformando un límite grueso que protege los nuevos interiores de la humedad. La planta baja albergará talleres y pequeños comercios.

Ventilación (planta elevada): En planta primera se desarrollará la actividad central de las viviendas, aprovechando las ventanas existentes, y abriéndose a la luz y el aire por encima de los muros reparados.

Gestión del agua y vistas (cubierta): La cubierta se abre para captar el máximo de energía solar en invierno. Su alero protege el interior del sol de verano y la lluvia. En este ámbito, un altillo permite unas vistas abiertas al campo y espacios de trabajo íntimos. El agua de lluvia recogida en todas las cubiertas se almacena en el horno y el huerto para su uso comunitario.