El proyecto consiste en dos torres diferentes ubicadas en dos solares simétricos respecto al eje de la avenida Universidad. Una de ellas está destinada a sede corporativa y la otra, a viviendas. Las dos deben adquirir un carácter emblemático en la ciudad de A Coruña.

Un conjunto de dos es difícil de componer. La  estrategia  de proyecto fue transformar la pareja en un grupo de tres piezas, descomponiendo la volumetría de la torre de viviendas en dos cuerpos maclados. Se genera de este modo una planta quebrada con múltiples esquinas especialmente idónea para disponer varias viviendas independientes por nivel y ofrecer a cada una de ellas una buena orientación.

La torre corporativa es la pieza autónoma del trío. Con una altura de 132 metros, pretende ser el edificio más alto de Galicia y destacar por su carácter emblemático en sintonía con la entidad a la cual representa. Una volumetría irregular y facetada de carácter mineral y que se afila con la altura contribuye a dotar de singularidad al conjunto. La composición de las fachadas responde a su programa. La torre de oficinas se compone con bandas horizontales que expresan y facilitan la flexibilidad de sus plantas libres. La fachada de las viviendas se compone verticalmente traduciendo el fraccionamiento de la multitud de espacios en su interior y la aparición de huecos practicables de ventanas. Las torres comporten materialidad para dotar al conjunto de una fuerte identidad común.

Ambos edificios presentan una envolvente que se desarrolla desde una base granítica (de fuertes raíces en la tradición cultural gallega) hasta unas plantas altas de clara evocación a la innovación y al futuro. Además, se opta por una fachada de carácter tecnológico de vidrio.